Se trata de la primera terapia subcutánea anti-CD38 que muestra potencial para prevenir el daño en órganos diana y para prolongar la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global según los resultados del estudio fase 3 AQUILA
Johnson & Johnson ha anunciado datos del estudio fase 3 AQUILA que muestran que la formulación subcutánea (SC) de DARZALEX® (daratumumab) retrasó significativamente la progresión del mieloma múltiple quiescente de alto riesgo a mieloma múltiple activo y prolongó la supervivencia global en comparación con el tratamiento estándar actual basado en la monitorización activa. Los datos se han presentado por primera vez en una comunicación oral en el Congreso anual de la Sociedad Americana de Hematología, ASH 2024, (Abstract #773) que se ha celebrado en San Diego, Estados Unidos, del 7 al 10 de diciembre, como parte del Programa de Prensa, y fueron seleccionados para la sesión “Best of ASH”.
"Los pacientes con mieloma múltiple quiescente de alto riesgo, para quienes no disponemos de un tratamiento aprobado, tienen una alta probabilidad de progresar a mieloma múltiple activo, un estadio de la enfermedad que pone en riesgo su vida”, ha señalado el Dr. Meletios A. Dimopoulos, profesor y director del Departamento de Terapéutica Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad Kapodistríaca de Atenas y autor de la comunicación.* “Los resultados del estudio AQUILA destacan el potencial de la intervención temprana con este fármaco para retrasar la progresión de la enfermedad, prolongar la supervivencia y prevenir el daño en órganos diana asociado con el mieloma múltiple activo".
En el estudio AQUILA, 194 pacientes recibieron daratumumab SC y 196 pacientes tuvieron una monitorización activa según el abordaje estándar para el mieloma múltiple quiescente de alto riesgo. A una mediana de seguimiento de 65,2 meses (rango de 0 a 76,6), los pacientes que recibieron daratumumab SC presentaron una mejora estadísticamente significativa de la supervivencia libre de progresión (SLP; definida como progresión a mieloma múltiple activo, según los criterios diagnósticos del Grupo de Trabajo Internacional de Mieloma para el mieloma múltiple [SLiM-CRAB] o muerte) frente a los pacientes que se sometieron a monitorización activa; el 63,1% de los pacientes del brazo de daratumumab frente al 40,8% de los del brazo de monitorización activa seguían con vida y sin progresión a los 60 meses (Hazard Ratio [HR], 0,49; intervalo de confianza [IC] del 95.0%, 0,36-0,67; p<0,001). Entre los pacientes que fueron categorizados retrospectivamente con mieloma múltiple quiescente de alto riesgo, según los criterios actuales de Mayo 2018 (20/2/20), la mediana de SLP no se alcanzó en el grupo de daratumumab y fue de 22,1 meses en el grupo de monitoreo activo (HR, 0,36; IC del 95,0%, 0,23-0,58). La supervivencia global también se prolongó con el tratamiento, con tasas de supervivencia a los 5 años del 93.0% frente al 86,9% para la monitorización activa (HR, 0,52; IC del 95.0%, 0,27-0,98).
“El mieloma múltiple quiescente sigue representando una brecha importante en el abordaje de estos pacientes, a quienes actualmente solo podemos ofrecer la monitorización activa sin tratamiento una vez que han sido diagnosticados”, ha señalado el Dr. Edmond Chan, director para Europa, Oriente Medio y África del área terapéutica de Hematología de Johnson & Johnson Innovative Medicine.
“El estudio AQUILA ofrece argumentos para tratar de cambiar el paradigma de tratamiento hacia la intervención temprana en pacientes de alto riesgo, ya que ha mostrado que el tratamiento de duración fija con daratumumab SC puede reducir el daño en los órganos diana y la progresión de la enfermedad. Estos resultados subrayan nuestro compromiso con el abordaje de las necesidades no cubiertas y para tratar de cambiar el modo en que afrontamos el mieloma múltiple desde sus estadios iniciales”.
Además, los pacientes que recibieron el fármaco por vía subcutánea presentaron una mayor tasa de respuesta global del 63,4% en comparación con el 2% alcanzado con la monitorización activa (p<0,001). La mediana del tiempo hasta el tratamiento de primera línea del MM no se ha alcanzado en los pacientes que recibieron daratumumab SC en comparación con los 50,2 meses de los que fueron sometidos a monitorización activa (HR, 0,46; IC del 95%, 0,33-0,62; p nominal<0,0001).
“Estos resultados del estudio AQUILA nos alientan, y pueden ayudar a subrayar el papel esencial de la intervención temprana en esta enfermedad y el potencial para mejorar los resultados de los pacientes con mieloma múltiple quiescente de alto riesgo", ha señalado por su parte el Dr. Jordan Schecter, vicepresidente y director del área de Mieloma Múltiple en Johnson & Johnson Innovative Medicine. “Este abordaje proactivo pone de relieve nuestro objetivo de tratar de hacer evolucionar el estándar de tratamiento a los pacientes en todas las etapas de la enfermedad”.
Se observaron acontecimientos adversos relacionados con el tratamiento en el 40,4% de los pacientes tratados con daratumumab SC y en el 30,1% de los pacientes a los que se monitorizó activamente. De estos, el más frecuente (≥5% en cualquiera de los grupos), de grado 3/4, fue la hipertensión (5,7% frente al 4,6%, respectivamente). La frecuencia de acontecimientos adversos relacionados con el tratamiento que condujeron a la suspensión de daratumumab SC fue baja (5,7%), como lo fue la incidencia de los que tuvieron un desenlace mortal en ambos grupos (0,5% frente al 2,0%, respectivamente).
Johnson & Johnson presentó el mes pasado una solicitud de extensión de indicación ante la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y una solicitud de licencia biológica complementaria ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para daratumumab SC y Darzalex Faspro®, respectivamente, para el tratamiento de pacientes adultos con mieloma múltiple quiescente de alto riesgo, basadas en los datos del estudio fase 3 AQUILA.