El Ayuntamiento de A Coruña entiende que los centros culturales de la ciudad, lugares muy populares tanto para los habitantes coruñeses como para los viajeros, deben contar con servicios de cardioprotección. Por tanto, ha incorporado tres desfibriladores para poder intervenir con solvencia ante incidencias cardíacas.
Los equipos están instalados en el Castillo de San Martín, el Fórum Metropolitano y el Centro Ágora, que acogen a miles de visitantes durante todo momento del año. Para añadir más seguridad ante un paro cardíaco, las 18 personas que trabajan en estos espacios reconocibles de la cultura e historia coruñesa han recibido formación en el uso de estos dispositivos y en reanimación cardiopulmonar (RCP), de modo que puedan asistir con eficacia a posibles afectados hasta la llegada de las emergencias.
Los desfibriladores DOC, de patente B+Safe Almas Industries, permiten que cualquier persona pueda emplearlos con facilidad gracias a su teleasistencia, que indica al usuario cómo actuar si activa el desfibrilador; y su geolocalización, pues envía la ubicación geográfica exacta del incidente a personal de emergencias para que puedan aparecer lo antes posible. Dado que son equipos portátiles y de cómodo manejo, además de cardioproteger esos espacios, pueden asistir a cualquier paciente de las proximidades.
A pesar de que la normativa no exige disponer de estos dispositivos, A Coruña muestra un marcado compromiso hacia el corazón de miles de personas y la provincia cuenta con un total de 445 desfibriladores. En España hay más de 30.000 paradas cardíacas anuales, de ahí la importancia de que los desfibriladores estén en espacios públicos concurridos.
De acuerdo con Miguel Ángel Martín, coordinador de Cultura del Ayuntamiento coruñés, “habíamos tenido algún caso de incidente cardíaco, aunque no de extrema gravedad, y los responsables de los centros nos transmitieron que la gente no sabe cómo reaccionar, porque no tienen la formación necesaria para saber qué le ocurre a la persona y cómo actuar”. La formación RCP recibida facilita que estas personas sepan reaccionar con rapidez ante alguna incidencia cardíaca a su alrededor.
“El servicio DOC es un sistema de cardioprotección integral que aporta formación y apoyo al personal, además de los propios equipos”, sostiene Martín como clave para apostar por esta solución en cardioprotección en esos tres puntos tan reconocibles de la ciudad. Las 18 personas que han recibido capacitación conocen ahora cómo utilizar los desfibriladores, realizar primeros auxilios y maniobras de RCP.
Nuño Azcona, director general de B+Safe, reivindica que las instituciones se comprometan con el corazón de la ciudadanía: “en España la legislación no obliga a equiparse con desfibriladores, así que aplaudimos a todas las entidades y organismos que se suman a la responsabilidad de cardioproteger a miles de personas”.
“España está muy lejos de otros países europeos si se compara el número de desfibriladores que hay proporcionalmente para asistir a la población”, añade Azcona, quien entiende que disponer de estos dispositivos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte: “se trata de sistemas que pueden salvar vidas, y ese debe ser el máximo compromiso para toda la sociedad”.