El 14 Congreso Autonómico de SEMERGEN Cantabria tendrá lugar desde hoy 31 de enero al 2 de febrero en Santander. Durante estos tres días, será punto de encuentro de los médicos de Atención Primaria en esta comunidad autónoma con el objetivo de contribuir a la formación continuada de los médicos de familia.
A través de varias mesas redondas y talleres, los expertos darán a conocer la situación actual de estos profesionales sanitarios, los retos de la práctica médica y el futuro de nuestro sistema nacional de salud.
El sábado 2 de febrero tendrá lugar la mesa de clausura “Hepatitis C. Programa de cribado en Cantabria” que contará con las ponencias de los doctores Javier Crespo y Guillermo Pombo y con el patrocinio de Gilead.
Hoy en día, la hepatitis C puede curarse con los Antivirales de Acción Directa (AADs). De hecho, nuestro país se sitúa a la cabeza de Europa en número de personas tratadas; 117.452 según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Cantabria fue una de las primeras comunidades autónomas en ofrecer acceso al tratamiento a todos los afectados por hepatitis C según un criterio estrictamente médico, sin ninguna limitación, incluidos los F1, en los que hay fibrosis leve, y los F0, en los que no hay fibrosis hepática. Gracias a ello, han recibido tratamiento unos 1.800 pacientes y se estima que la prevalencia de infección activa es tan sólo del 0,3% en la actualidad.
Aún así, la hepatitis C es una “enfermedad silenciosa”, que puede desarrollarse durante más de veinte años sin ninguna sintomatología. Para ello, es fundamental realizar pruebas diagnósticas de detección y es el médico de atención primaria en su consulta el primero que puede solicitarla.
El médico de familia debe estar atento a los síntomas extrahepáticos como la depresión, diabetes, ansiedad y fatiga, algunas de las comorbilidades más comunes en las personas infectadas por el virus que aparecen con independencia del nivel de transaminasas y del grado de fibrosis del paciente.
La edad del paciente también debe ser un criterio a tener en cuenta. Se ha observado que la prevalencia de hepatitis C es mayor en pacientes con edad > a los 50 años.
Además, es fundamental vigilar a las poblaciones clave como los consumidores de drogas inyectadas o inhaladas, los nacidos de madres infectadas por el VHC, tener antecedentes de internamiento en centros penitenciarios, personas con infección por el VIH y el VHB, los trabajadores expuestos accidentalmente con material biológico infectado, antecedentes de cirugía, procedimientos invasivos y odontología anteriores a la utilización de material de un solo uso (1980), transfusiones de sangre anteriores a 1992, cuando no se hacían análisis sistemáticos de la sangre, personas con tatuajes o piercings realizados sin las debidas precauciones de seguridad, hemodiálisis crónica y los hombres que tienen sexo de riesgo con hombres y los trabajadores sexuales.
Saber si tiene hepatitis es el primer paso para no tenerla, así que si cree que alguno de sus pacientes puede haber estado expuesto al virus o presenta algún síntoma, pida la prueba y derive a todos los pacientes diagnosticados de infección por el VHC al especialista en hepatitis C para su valoración.
Realizar la prueba es el primer paso para la curación y por ello, la Asociación Española para el Estudio del Hígado, la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas (AEHVE) y Gilead se han unido para desarrollar la campaña “¿Eres Cris?”, con la que se anima a los ciudadanos a realizarse la prueba de diagnóstico.