Se calcula que un 30% de la población tiene molestias digestivas de manera habitual. Un malestar que nos acompaña a lo largo de la vida y que suele tener su origen en el estrés, una mala alimentación, la falta de actividad física, la intolerancia a algunos alimentos o el uso de determinados fármacos, que pueden alterar la microbiota intestinal: el conjunto de microorganismos que habitan en el intestino.
A pesar de que generalmente la sintomatología que se presenta no es grave, la calidad de vida de las personas que sufren estas alteraciones se ve claramente disminuida. Los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, digestiones pesadas, flatulencia, diarrea, estreñimiento, retención de líquidos y problemas dermatológicos.
Un nuevo test, BiotA200, lanzado por Laboratorios SYNLAB, permite analizar si existe algún desequilibrio en la microbiota intestinal y si se tiene alguna intolerancia a determinados alimentos.
BiotA200 puede ayudar a determinar la causa de las molestias digestivas y ofrece un tratamiento específico para aliviar estas molestias. La prueba combina un estudio funcional de microbiota intestinal con el Test de intolerancias alimentarias A200, acompañados de una consulta con un facultativo que evalúa los resultados y prescribe un tratamiento en función de la situación de cada persona.
La prueba está especialmente indicada para personas que presentan sintomatología inespecífica (mala digestión, gases, dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento, diarrea, etc.) y para pacientes ya diagnosticados de síndrome de intestino irritable, dispepsia funcional o enfermedad inflamatoria intestinal.
Microbiota intestinal
El intestino es la mayor superficie del organismo y está colonizado por más de 1.000 especies diferentes de microorganismos que conforman la microbiota intestinal.
La microbiota intestinal tiene un papel fundamental en la salud del individuo, participando en funciones importantes como la prevención de la colonización intestinal de microorganismos patógenos, optimización del funcionamiento de las células intestinales, regulación del sistema inmunitario, síntesis de vitaminas, y estimulación del peristaltismo intestinal entre otras. Cualquier desequilibrio que se produzca en nuestra microbiota intestinal, puede causar la aparición de síntomas.
A partir de una muestra de heces, el Estudio Funcional de Microbiota Intestinal permite valorar si existe algún desequilibrio cuantitativo o cualitativo en la microbiota y conocer el estado de salud de la mucosa y el pH del medio intestinal. El estudio de todos estos parámetros permite realizar un abordaje terapéutico para mejorar la salud intestinal y, con ella, la salud general de cada persona. El test analiza grupos de microorganismos relevantes a nivel terapéutico y que forman parte de la microbiota inmunomoduladora, protectora, muconutritiva, proteolítica, además de levaduras y hongos.
Intolerancia alimentaria
Por su parte, las intolerancias alimentarias son reacciones adversas del organismo ante la ingesta de determinados componentes de los alimentos, que causan síntomas muy diversos que van desde trastornos gastrointestinales, como dolores o hinchazón abdominal, a alteraciones dermatológicas o anímicas. Es importante diferenciar este tipo de reacciones de las intolerancias metabólicas (p. ej.: intolerancia a la lactosa) o de las alergias alimentarias.
El test BiotA200 incluye el análisis de intolerancias alimentarias A200, que determina, a partir de una muestra de sangre, la presencia de anticuerpos IgG, evaluando la respuesta del sistema inmunitario frente a más de 200 alimentos habituales en la dieta mediterránea.
De este modo, se puede determinar de manera individual cuáles son los alimentos que se pueden consumir y cuáles son los que es recomendable reducir, evitar o incluso eliminar de la dieta de forma temporal.
Aproximadamente un 30% de la población tiene problemas digestivos inespecíficos no tratados o mal tratados. Aunque algunos de estos trastornos digestivos tienen un claro diagnóstico médico, como las enfermedades inflamatorias intestinales, en la mayoría de los casos los síntomas no están asociados a una patología concreta y ello dificulta su tratamiento