Por tercer año consecutivo, el Proyecto+Vida de B+SAFE cardioprotegerá la EDP Bilbao Night Marathon 2019, la gran fiesta del running en Bizkaia que se celebrará el próximo día 19 de octubre en la capital vasca. En esta ocasión, Proyecto+Vida cederá 4 desfibriladores portátiles que llevarán a lo largo de la carrera patinadores voluntarios formados en primeros auxilios.
La carrera es un evento deportivo diferente, singular y lleno de espectáculo, que incluirá actuaciones en directo, múltiples actividades deportivas, culturales y de ocio y fuegos artificiales y que por tercer año consecutivo estará cardioprotegido para garantizar la seguridad de los asistentes. El recorrido conforma un circuito urbano por las principales calles de Bilbao que reúne cada año a miles de participantes y aficionados.
“Una ocasión única -comenta Nuño Azcona- CEO de B+SAFE, impulsora del Proyecto+Vida- para fomentar la salud cardiovascular y educar a la población en técnicas de primeros auxilios que le permitan reaccionar adecuadamente ante un accidente cardiaco”.
Situaciones de riesgo en este tipo de eventos y cómo actuar
1.- Golpe de calor: Cuando una persona sufre un golpe de calor, experimenta dolor de cabeza, siente mareos, náuseas y puede llegar a vomitar. Si no es atendida o toma medidas para combatirlo, los síntomas que le siguen son calambres en las piernas, aumento de la temperatura corporal, alcanzando hasta los 40o y, en los casos más extremos, convulsiones, alteración de la conciencia o desorientación.
En esta situación hay que buscar rápidamente una zona con sombra, donde la temperatura sea lo más baja posible. Colocar a la persona sentada con la espalda reposada y la cabeza levantada, para que no le cueste respirar. A continuación, hay que intentar bajarle la temperatura corporal y hacerle beber pequeños sorbos agua, lo que ayudará también a la rehidratación. Si la persona no mejora, podría ser un golpe de calor grave, por lo que se debe ir a los servicios de emergencia y si la persona llega a sufrir una pérdida de conocimiento hay que llamar corriendo al 112 y tumbar a la persona con las piernas hacia arriba mientras que llegan las emergencias.
2.- Parada Cardiaca: No todas las personas que tienen ataques cardíacos tienen los mismos síntomas o presentan la misma gravedad de síntomas. Algunas personas tienen un dolor leve; otras presentan un dolor más grave. Algunas personas no presentan síntomas; para otras, el primer signo puede ser un paro cardíaco repentino. Sin embargo, si tienes más signos y síntomas, mayor es la probabilidad de que tengas un paro cardíaco. Algunos ataques cardíacos se producen de repente, pero muchas personas tienen signos y síntomas de advertencia horas, días o semanas antes. La advertencia más temprana puede ser dolor o presión (angina de pecho) en el pecho recurrente que es consecuencia del esfuerzo y se alivia con el descanso. La angina de pecho es el resultado de un descenso temporal del flujo sanguíneo hacia el corazón.
Lo primero que hay que hacer es solicitar atención médica, llamando al teléfono de emergencias 112. Mientras se espera al servicio de emergencias, se debe comprobar el estado del paciente aplicando algún estímulo doloroso en la persona para ver si responde al mismo y comprobando también si respira. Si el paciente no responde, se deben realizar las técnicas de reanimación cardiopulmonar. Ésta aunque es una medida bastante conocida, se ha comprobado que la respiración boca a boca resulta innecesaria e ineficaz, ya que lo realmente importante es realizar un masaje cardiaco correcto. Para ello lo que se debe hacer es comprimir el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, con una frecuencia aproximada de 100 veces por minuto, e intentar que las compresiones sean rítmicas y regulares. Una vez iniciado el masaje cardíaco debemos utilizar un desfibrilador, de ahí la importancia de contar con ellos en espacios públicos. El desfibrilador lo aplicamos siguiendo las instrucciones del dispositivo y es importante mantenerlo en funcionamiento hasta que lleguen los servicios de emergencia.
3.- Hiperventilación: La hiperventilación es un tipo de respiración que se produce con mayor intensidad de lo que necesita el cuerpo. Es decir, una entrada de aire excesiva. Cuando hiperventilamos, el equilibrio entre el O2 y el CO2 se descompensa, los niveles de O2 incrementan y los de CO2 disminuyen. Las personas en un estado de hiperventilación sienten hormigueo, mareos, sensaciones de frío o calor, tensión muscular, debilidad en las piernas, etc.
En estos casos, lo primero es tranquilizar a la persona e intentar que respire con más calma, animándola a respirar más lentamente y de manera profunda. Uno de los métodos es colocar una bolsa de papel sobre su boca y nariz, lo que supondrá un aumento de CO2 en el organismo. Sin embargo, algunos profesionales no recomiendan realizar esta práctica durante mucho tiempo para que no se produzca un exceso de CO2 en la sangre.
4.- Ictus: El ictus es una de las principales causas de muerte en nuestro país. En caso de encontrarse con una emergencia de este tipo, es imprescindible actuar con la máxima rapidez para evitar secuelas y poder salvar la vida de la víctima. El ictus se manifiesta de manera repentina, con la pérdida de la fuerza o sensibilidad en una zona del cuerpo y, en muchos casos, se puede apreciar como el rostro se tuerce. También puede apreciarse dificultad para hablar o procesar lo que se le dice, puede experimentarse pérdida de la visión total o parcial de un ojo y en algunos casos, dolor muy intenso de cabeza.
Cuando nos encontremos ante una persona que está sufriendo un ictus, en primer lugar hay que llamar a los servicios de emergencia de inmediato dada la gravedad. Hasta que acuden los servicios hay que tumbar al paciente con la cabeza ligeramente inclinada, apoyada sobre una superficie blanda, como una almohada o chaqueta. Se debe controlar la temperatura de la persona, para comprobar que no sufre demasiado frío ni calor. Si la persona está inconsciente pero respira tendremos que colocarla en la posición lateral de seguridad, si por el contrario no respira procederemos a aplicar la reanimación cardiopulmonar. Por contra, hay cosas que nuca deben hacerse como: dar de comer o beber a la víctima, dejarla en el sofá o ponerla a caminar o hacer cualquier tipo de movimiento.
5.- Crisis de epilepsia: Ante una crisis epiléptica no hay que hacer “nada”. Este tipo de crisis, por lo general, son breves y terminan solas sin necesidad de actuar para detenerlas. Lo más importante es mantener la calma, la persona que asiste debe despejar la zona, evitando que la víctima se golpee, además de colocarla de lado siempre que se pueda. Bajo ningún concepto introducir nada en la boca, ni intentar sujetar a la víctima. A no ser que los ataques se produzcan cada más de 5 minutos, no suele ser necesario llamar a los servicios de emergencia.
La carrera es un evento deportivo diferente, singular y lleno de espectáculo, que incluirá actuaciones en directo, múltiples actividades deportivas, culturales y de ocio y fuegos artificiales y que por tercer año consecutivo estará cardioprotegido para garantizar la seguridad de los asistentes. El recorrido conforma un circuito urbano por las principales calles de Bilbao que reúne cada año a miles de participantes y aficionados.
“Una ocasión única -comenta Nuño Azcona- CEO de B+SAFE, impulsora del Proyecto+Vida- para fomentar la salud cardiovascular y educar a la población en técnicas de primeros auxilios que le permitan reaccionar adecuadamente ante un accidente cardiaco”.
Situaciones de riesgo en este tipo de eventos y cómo actuar
1.- Golpe de calor: Cuando una persona sufre un golpe de calor, experimenta dolor de cabeza, siente mareos, náuseas y puede llegar a vomitar. Si no es atendida o toma medidas para combatirlo, los síntomas que le siguen son calambres en las piernas, aumento de la temperatura corporal, alcanzando hasta los 40o y, en los casos más extremos, convulsiones, alteración de la conciencia o desorientación.
En esta situación hay que buscar rápidamente una zona con sombra, donde la temperatura sea lo más baja posible. Colocar a la persona sentada con la espalda reposada y la cabeza levantada, para que no le cueste respirar. A continuación, hay que intentar bajarle la temperatura corporal y hacerle beber pequeños sorbos agua, lo que ayudará también a la rehidratación. Si la persona no mejora, podría ser un golpe de calor grave, por lo que se debe ir a los servicios de emergencia y si la persona llega a sufrir una pérdida de conocimiento hay que llamar corriendo al 112 y tumbar a la persona con las piernas hacia arriba mientras que llegan las emergencias.
2.- Parada Cardiaca: No todas las personas que tienen ataques cardíacos tienen los mismos síntomas o presentan la misma gravedad de síntomas. Algunas personas tienen un dolor leve; otras presentan un dolor más grave. Algunas personas no presentan síntomas; para otras, el primer signo puede ser un paro cardíaco repentino. Sin embargo, si tienes más signos y síntomas, mayor es la probabilidad de que tengas un paro cardíaco. Algunos ataques cardíacos se producen de repente, pero muchas personas tienen signos y síntomas de advertencia horas, días o semanas antes. La advertencia más temprana puede ser dolor o presión (angina de pecho) en el pecho recurrente que es consecuencia del esfuerzo y se alivia con el descanso. La angina de pecho es el resultado de un descenso temporal del flujo sanguíneo hacia el corazón.
Lo primero que hay que hacer es solicitar atención médica, llamando al teléfono de emergencias 112. Mientras se espera al servicio de emergencias, se debe comprobar el estado del paciente aplicando algún estímulo doloroso en la persona para ver si responde al mismo y comprobando también si respira. Si el paciente no responde, se deben realizar las técnicas de reanimación cardiopulmonar. Ésta aunque es una medida bastante conocida, se ha comprobado que la respiración boca a boca resulta innecesaria e ineficaz, ya que lo realmente importante es realizar un masaje cardiaco correcto. Para ello lo que se debe hacer es comprimir el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, con una frecuencia aproximada de 100 veces por minuto, e intentar que las compresiones sean rítmicas y regulares. Una vez iniciado el masaje cardíaco debemos utilizar un desfibrilador, de ahí la importancia de contar con ellos en espacios públicos. El desfibrilador lo aplicamos siguiendo las instrucciones del dispositivo y es importante mantenerlo en funcionamiento hasta que lleguen los servicios de emergencia.
3.- Hiperventilación: La hiperventilación es un tipo de respiración que se produce con mayor intensidad de lo que necesita el cuerpo. Es decir, una entrada de aire excesiva. Cuando hiperventilamos, el equilibrio entre el O2 y el CO2 se descompensa, los niveles de O2 incrementan y los de CO2 disminuyen. Las personas en un estado de hiperventilación sienten hormigueo, mareos, sensaciones de frío o calor, tensión muscular, debilidad en las piernas, etc.
En estos casos, lo primero es tranquilizar a la persona e intentar que respire con más calma, animándola a respirar más lentamente y de manera profunda. Uno de los métodos es colocar una bolsa de papel sobre su boca y nariz, lo que supondrá un aumento de CO2 en el organismo. Sin embargo, algunos profesionales no recomiendan realizar esta práctica durante mucho tiempo para que no se produzca un exceso de CO2 en la sangre.
4.- Ictus: El ictus es una de las principales causas de muerte en nuestro país. En caso de encontrarse con una emergencia de este tipo, es imprescindible actuar con la máxima rapidez para evitar secuelas y poder salvar la vida de la víctima. El ictus se manifiesta de manera repentina, con la pérdida de la fuerza o sensibilidad en una zona del cuerpo y, en muchos casos, se puede apreciar como el rostro se tuerce. También puede apreciarse dificultad para hablar o procesar lo que se le dice, puede experimentarse pérdida de la visión total o parcial de un ojo y en algunos casos, dolor muy intenso de cabeza.
Cuando nos encontremos ante una persona que está sufriendo un ictus, en primer lugar hay que llamar a los servicios de emergencia de inmediato dada la gravedad. Hasta que acuden los servicios hay que tumbar al paciente con la cabeza ligeramente inclinada, apoyada sobre una superficie blanda, como una almohada o chaqueta. Se debe controlar la temperatura de la persona, para comprobar que no sufre demasiado frío ni calor. Si la persona está inconsciente pero respira tendremos que colocarla en la posición lateral de seguridad, si por el contrario no respira procederemos a aplicar la reanimación cardiopulmonar. Por contra, hay cosas que nuca deben hacerse como: dar de comer o beber a la víctima, dejarla en el sofá o ponerla a caminar o hacer cualquier tipo de movimiento.
5.- Crisis de epilepsia: Ante una crisis epiléptica no hay que hacer “nada”. Este tipo de crisis, por lo general, son breves y terminan solas sin necesidad de actuar para detenerlas. Lo más importante es mantener la calma, la persona que asiste debe despejar la zona, evitando que la víctima se golpee, además de colocarla de lado siempre que se pueda. Bajo ningún concepto introducir nada en la boca, ni intentar sujetar a la víctima. A no ser que los ataques se produzcan cada más de 5 minutos, no suele ser necesario llamar a los servicios de emergencia