- Abbott y Coroventis se unen para comercializar la primera solución para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria (DMC)
- La unión de PressureWire X de Abbott y el sistema cardiovascular CoroFlow de Coroventis permiten crear el único sistema capaz de medir la Reserva de Flujo Coronario (CFR) y el Índice de Resistencia Microvascular (IMR)
- España ha sido el primer país de Europa en el que se ha implantado este sistema dentro del marco del acuerdo firmado por ambas compañías
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MADRID, 6 de octubre de 2020 — Abbott y Coroventis, compañías internacionales líderes en el sector de la salud cardiovascular, han desarrollado el primer sistema cardiovascular diseñado para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria (DMC) a través de sensores de temperatura y de flujo sanguíneo. Gracias a su asociación con Coroventis, Abbott es la única compañía del sector capaz de emplear estos indicadores para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria.
La disfunción microvascular coronaria es una enfermedad infradiagnosticada debido a la falta de sistemas de diagnóstico que sean capaces de detectarla de manera precisa. En la actualidad, el 59% de los pacientes que ingresan en el laboratorio de cateterismo para ser intervenidos tienen poca o ninguna obstrucción coronaria. Esto se produce porque las pruebas de diagnóstico no invasivo que se realizan no tienen la capacidad de descifrar el origen de las enfermedades relacionadas con el flujo sanguíneo en las arterias coronarias. A partir de ahora, los cardiólogos intervencionistas podrán diagnosticar de manera más exhaustiva y con gran precisión tanto esta dolencia como la enfermedad epicárdica.
El novedoso sistema que acaba de aterrizar en Europa, siendo España el primer país en implantarlo, es el resultado de la unión de dos tecnologías únicas: PressureWire X de Abbott y el sistema de Coroventis CoroFlow. El Pressure Wire X es la única guía de presión de fisiología con un sensor de temperatura integrado que se utiliza para medir el flujo sanguíneo con el método de termodilución. Con este método, los sensores miden la rapidez con la que la sangre fluye a través de la arteria inyectando suero salino a temperatura ambiente. De esta forma, es capaz de medir dos parámetros necesarios para el diagnóstico de la disfunción microvascular coronaria: la Reserva de Flujo Coronario (CFR) y el Índice de Resistencia Microvascular (IMR).
Por otro lado, CoroFlow es una tecnología única de Coroventis que ha sido diseñada en exclusiva para trabajar con el dispositivo de Abbott. Se trata del componente de hardware CoroHub, que recibe señales inalámbricas del PressureWireX y de la WiBox de Abbott, y un software CoroFlow que se encarga de analizar la microcirculación y recopilar los datos de IMR y CFR para que el profesional especializado pueda interpretarlos con mayor precisión y desarrollar una estrategia de diagnóstico óptima y personalizada para cada paciente.
De esta forma, este sistema de Abbott es el único disponible en el mercado que permite diagnosticar la disfunción microvascular coronaria a través de la medición de estos dos parámetros.
“Los métodos de diagnóstico no invasivos que se emplean en la actualidad pueden identificar un flujo sanguíneo coronario anormal, pero no pueden determinar cuál es el origen del problema. Esa es la principal diferencia del nuevo dispositivo de Abbott junto con Coroventis”, explica la doctora Miriam Bascones, directora médica de la división vascular de Abbott. “La angiografía, por su parte, permite detectar las obstrucciones que se encuentran en las arterias más grandes, pero no consigue ver el estado de las arterias más pequeñas, llamadas arteriolas. Por lo tanto, con este novedoso sistema podemos diagnosticar la enfermedad de esas arteriolas que llamamos disfunción coronaria microvascular”, añade.
A través de este novedoso y único sistema de detección, se cubre la necesidad que reclamaban tanto los pacientes como los cardiólogos intervencionistas de mejorar el diagnóstico de la enfermedad para poder detectarla de manera más temprana y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
La llegada de este sistema de diagnóstico supone una revolución para los especialistas y una bocanada de esperanza para las personas con una disfunción microvascular coronaria, quienes ven que cada año fallecen en todo el mundo más de 17,5 millones de pacientes con una enfermedad cardiovascular como la suya y que este tipo de patologías son la primera causa de muerte en España[1].
Tras su diseño en Suecia e implementación en Estados Unidos, España ha sido el primer país europeo en utilizar el sistema de diagnóstico en pacientes, fruto de la colaboración entre Abbott y Coroventis.
Sobre la disfunción microvascular coronaria (DMC)
La disfunción microvascular coronaria (DMC) es una de las posibles causas más comunes de la angina de pecho asociada con un flujo sanguíneo reducido al corazón. El origen de esta dolencia se produce cuando las pequeñas arteriolas que se ramifican desde las arterias principales del corazón no pueden regular adecuadamente la distribución de la sangre que fluye al corazón.