- Algunos de estos avances implican la no administración de quimioterapia en los esquemas de tratamiento indicados para evitar la recaída, lo cual reduce mucho la toxicidad y aumenta la calidad de vida de estos pacientes
- La puesta en marcha de estos nuevos abordajes terapéuticos requiere la presencia de equipos multidisciplinares y muy coordinados entre sí
- La paradoja es que SEOM estima que, debido a la COVID-19, este 2020 se diagnosticarán entre un 15% y un 20% menos de pacientes oncológicos
Madrid, 16 de noviembre de 2020.- La curación es el objetivo principal de cualquier abordaje oncológico, un reto más complicado cuanto más avanzado es el estadio en que se diagnostica el tumor y cuantas menos estrategias terapéuticas tengamos para evitar la recaída. La buena noticia es que, en el último año, “los avances más importantes en cáncer de pulmón vienen precisamente de la parte de prevención de la progresión de la enfermedad”, asegura la doctora Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma de MD Anderson Cancer Center Madrid, que ha querido destacar estas buenas noticias con motivo del Día Internacional del Cáncer de Pulmón, que se celebra el próximo martes 17 de noviembre.
Así, por ejemplo, en pacientes con cáncer de pulmón que tienen una mutación en EGFR, los últimos datos arrojan un importante beneficio en supervivencia con la administración de un inhibidor de EGFR tras cirugía. “Estamos hablando de pacientes a los que operamos y que no tienen metástasis, pero sí ganglios positivos, por lo que tienen un alto riesgo de recaída”, explica la doctora López Criado. Hasta ahora, para reducir el riesgo de recaída, a estos pacientes se les administraban cuatro ciclos de quimioterapia tras cirugía. “Es muy buena noticia que podamos cambiar este tratamiento más tóxico por una terapia solo con pastillas en estos pacientes que ya están curados, pero que tienen un alto riesgo de recaída”, enfatiza esta profesional.
Por otro lado, en pacientes no operables debido al gran tamaño de sus tumores, el tratamiento estándar hoy día es la combinación de quimioterapia y radioterapia, un abordaje con el que se obtienen muchas curaciones, pero donde también se producen recaídas. La novedad es que ahora se ha demostrado que los pacientes con cáncer de pulmón que sobreexpresan la proteína PDL-1 podrían ver aumentada su supervivencia en un 30% con la inclusión de inmunoterapia tras radioterapia. “Este abordaje está además avalado por dos ensayos clínicos con dos fármacos de inmunoterapia distintos”, apunta la Dra. López Criado.
Por último, esta profesional quiere destacar el ensayo clínico NADIM, del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, que evalúa la conveniencia o no de invertir el orden de los tratamientos, es decir, administrar inmunoterapia antes de la intervención quirúrgica, justo al contrario de lo que se hace en estos momentos, en pacientes con tumores operables, pero de gran tamaño. Los resultados preliminares, por el momento, señala la doctora López Criado, “muestran cómo pacientes tratados con quimioterapia y/o inmunoterapia antes de cirugía han visto reducido el tamaño de su tumor, han mejorado las opciones de cirugía y, sobre todo, han aumentado sus posibilidades de curación”.
El problema es que “el marco de la neoadyuvancia (antes de cirugía) es complicado porque existe el riesgo de que el tumor crezca si el tratamiento no es eficaz”, afirma la doctora López Criado. Para evitarlo, las claves son ser muy escrupuloso con los tiempos y contar con un equipo muy coordinado de profesionales. “Este abordaje solo se va a poder evaluar y poner en marcha en centros donde el equipo de oncología quirúrgica, oncología radioterápica, oncología médica, neumología, etcétera, estén realmente coordinados, ya que este paciente va a requerir un seguimiento muy estrecho de acuerdo con unos márgenes de tiempo muy estrictos”, detalla la doctora.
La COVID-19 reduce en casi un 20% el diagnóstico precoz del cáncer
La Sociedad Española de Oncología Médica anunció hace unas semanas que estimaban que este 2020 se diagnosticarían entre un 15 y un 20% menos de casos de cáncer, un escenario que contrasta con los avances positivos que se han conocido en estadios iniciales de cáncer de pulmón en los últimos meses. “Tenemos las herramientas, pero no tenemos los recursos para poder implementarlas”, reconoce la doctora López Criado, que señala por ejemplo que, si bien en MD Anderson Madrid no han parado, muchos centros sí han interrumpido temporalmente los cribados espontáneos de cáncer de pulmón en fumadores.
Se han reducido los diagnósticos precoces procedentes de hallazgos en los estudios radiológicos previos a cirugías menores, ante el descenso de estos procedimientos durante la pandemia. “Ahora encontramos sobre todo a personas con síntomas y tumores ya avanzados, en estadios 3 y 4”, reconoce esta doctora, que anima a la población a que siga acudiendo normalmente a los centros hospitalarios para la realización de revisiones y pruebas médicas.